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Tips para toma de decisiones desde el contexto empresarial

La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre diferentes opciones o formas posibles para resolver diferentes situaciones en la vida en diferentes contextos: empresarial, laboral, económico, familiar, personal, social, etc. La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial.

Las empresas de BI/BA aportamos conocimiento y experiencia en el contexto empresarial, utilizando herramientas y modelos de información que le permiten a las organizaciones tomar decisiones en cualquiera de sus niveles jerárquicos:

Según la literatura las decisiones se pueden clasificar en  decisiones programadas también llamadas estructuradas,  siendo aquellas que se toman frecuentemente, son repetitivas y se convierten en una rutina.  Y decisiones no programadas también llamadas no estructuradas son aquellas que se presentan con poca frecuencia o que necesitan un modelo específico para su solución y ambas se pueden utilizar  para  darle solución a un problema planteado que origina la necesidad de tomar una decisión.

Según  un artículo publicado por la universidad de Anáhuac, existen tips para ser un excelente tomador de decisiones, estos tips son el referente para llevarlos al enfoque empresarial.

Consejos vistos desde el ámbito empresarial.

  1. Conocer la organización.

El conocimiento del personal o equipos que están continuamente apoyando la toma de decisiones es esencial en el proceso. Saber gustos y valores, así como habilidades y limitaciones ayudará a que al momento de elegir se haga correctamente. 

  1. Enfocarse en el presente

Pensar en las posibles consecuencias de la elección puede ser positivo; sin embargo, hacerlo de modo exagerado puede llevarnos a la inacción. Si bien es importante considerar las repercusiones, la realidad es que no tenemos la capacidad de predecir el futuro.

Ahora apoyarnos en los datos de la organización para convertirlos en información que nos permita identificar parámetros o variables que nos den más seguridad es completamente valido y nos pone en un presente más programado.

  1. Confiar en instintos/ experticia/conocimiento del negocio/sentido común

Se puede pensar que para tomar buenas decisiones es necesario un largo tiempo para analizar varias alternativas y sopesar sistemáticamente todos los pros y contras. A veces un juicio rápido desde la experticia puede ser igual de bueno, o incluso mejor.

  1. Tomar en cuenta las emociones

El estado emocional influye más de lo que se  piensa. El estar alegre, triste, entusiasmado o cansado puede provocar que se  haga una elección apresurada o de manera pesimista. Es importante evaluar el estado de ánimo y cómo este influye en la organización antes de decidir.

  1. Identificar los riesgos

La familiaridad genera comodidad. Es probable tomar decisiones que no son buenas simplemente por costumbre. Puede ser que tengamos hábitos nocivos, para esto podemos apoyarnos en herramientas colaborativas donde involucremos compañeros o el equipo de trabajo que nos permitan identificar omisiones o errores.

  1. Cambiar de perspectiva

El modo en que se aborda un problema juega un papel importante en cómo responder frente a él. Al enfrentar una decisión, plantearse el problema de modo diferente o utilizando herramientas que te permitan estructurar el problema de forma distinta. Por ejemplo utilizar un árbol de decisión puede ser una buena alternativa para desglosar la situación y quizá encontrar la respuesta de inmediato.

  1. Cuidado con la presión social

Nadie es inmune a la presión social. Innumerables experimentos revelan que las personas se dejan influir por figuras de autoridad o sus pares y toman malas decisiones. Es aquí donde nuevamente los datos se convierten en la mejor arma para eliminar influencias y revelan con certeza las mejores alternativas y con el sustento necesario que evita la presión.

  1. Reducir opciones

Al tomar una decisión es posible evaluar entre distintas opciones e incluso considerar más  posibilidades. Lo mejor es descartar las opciones que no sean viables desde el principio.  De este modo, tomar una buena decisión será más fácil.

  1. Reconocer limitaciones

Es normal tener sesgos, aunque cueste trabajo admitirlo.  Nuestro criterio está sesgado. Es imposible ser completamente objetivo.

La mente tiene estrategias que le ayudan a entender situaciones y tomar decisiones más rápido. Y aunque estos atajos mentales permiten simplificar nuestras vidas, en ocasiones pueden llevarnos a tomar malas decisiones.

  1. Ponerse en otros zapatos

Ponerte en otros zapatos o hablar contigo mismo sin prejuicios permite distanciarte emocionalmente de la ecuación y ver el problema desde otra perspectiva. Esto dará la oportunidad de ser más objetivo.

 

IGerencia tiene muy claro que el insumo principal para la toma de decisiones en las organizaciones está dado por lo datos que a su vez que convierten en información relevante para el negocio para que pueda tomar las mejores decisiones y hacer que la compañía crezca día a día y obtenga los mejores resultados.

Prepárate porque IGerencia está desarrollando un producto para que te apoyes en la toma de decisiones empresariales.

By Diana Upegui

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